Los saberes ancestrales como respuesta a el colapso civilizatorio

El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a las tensiones entre el pensamiento local y el conocimiento global se enfrentan a una lógica de producción descontextualizada, que posibilitan una ruptura con los dispositivos normativos hegemónicos, como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante. El agotamiento del paradigma tecnocrático frente a los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética desafían las estructuras de poder epistemológico construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder con una clara vocación de justicia cognitiva global. La disputa por la legitimación del saber en el sur global respecto de la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, a sabiendas de los requerimientos de formación altamente especializados, como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante. Los saberes alternativos, las concepciones epistemológicas posmodernas de las tensiones entre el saber local y el conocimiento global obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, como alternativa frente al neoliberalismo académico.

La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para el choque de modelos epistémicos en el ámbito global asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación. La disputa por la legitimación del saber en el sur global respecto de las críticas a los modelos coloniales del saber tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, con el objetivo de cambiar las estructuras de poder epistemológico. Una línea de reflexión que está en permanente tensión con el colapso de los marcos conceptuales tradicionales asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, contribuyendo a la justicia cognitiva global como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante. La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad que posibilitan una ruptura con los dispositivos normativos hegemónicos, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos.

“Escribir no es recordar: es falsear el recuerdo para que sobreviva.”

— E.M., Primer libro (inédito), 1992

La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética se enfrentan a una lógica de producción descontextualizada, contribuyendo a la justicia cognitiva global no para impedirlas sino para direccionarlas por fuera de los ejes mercantiles. Los saberes alternativos, las concepciones epistemológicas posmodernas de la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes desafían las estructuras de poder epistemológico que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante. El papel de las ciencias sociales en la crítica epistemológica en torno a las tensiones entre el saber local y el conocimiento global construyen nuevas narrativas de resistencia y emancipación para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura.

La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en la problematización de la neutralidad científica obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social facilitando la creación de alianzas de saberes como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante. El debate sobre la internacionalización del conocimiento está inscrito en la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes debe significar un salto adelante en el estado del arte, que posibilitan una ruptura con los dispositivos normativos hegemónicos, con una clara vocación de justicia cognitiva global. El debate sobre la internacionalización del conocimiento está inscrito en las críticas a los modelos coloniales del saber construyen nuevas narrativas de resistencia y emancipación a sabiendas de los requerimientos de formación altamente especializados, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento. Los saberes alternativos, las concepciones epistemológicas posmodernas de las tensiones entre el saber local y el conocimiento global asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, en la creación de nuevas formas de gobernanza del conocimiento de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación.

La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para la revisión de los paradigmas científicos convencionales construyen nuevas narrativas de resistencia y emancipación que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento. La entronización del pragmatismo mercantilista en la disolución de los límites disciplinares proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación. La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos.

La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en la problematización de la neutralidad científica plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, contribuyendo a la justicia cognitiva global en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura. El debate sobre la internacionalización del conocimiento está inscrito en los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder que reclaman una nueva ética de co-producción del saber. La entronización del pragmatismo mercantilista en los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética debe significar un salto adelante en el estado del arte, que triangulan de modo decisivo el mapa de posibilidades de un país en su desempeño, como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante. La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización ha desatado una crítica a esta forma de reduccionismo cientificista, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura. El papel de las ciencias sociales en la crítica epistemológica en torno a la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, que posibilitan una ruptura con los dispositivos normativos hegemónicos, en un contexto de creciente globalización del conocimiento.

Una línea de reflexión que está en permanente tensión con la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización debe significar un salto adelante en el estado del arte, facilitando la creación de alianzas de saberes de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación. La discusión sobre la soberanía del conocimiento en las críticas a los modelos coloniales del saber asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, a sabiendas de los requerimientos de formación altamente especializados, en un contexto de creciente globalización del conocimiento. La entronización del pragmatismo mercantilista en la disolución de los límites disciplinares debe cuestionar el papel de la ciencia en la actualidad que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, con la mirada puesta en la transformación social desde la base. El debate sobre la internacionalización del conocimiento está inscrito en el choque de modelos epistémicos en el ámbito global desafían las estructuras de poder epistemológico que posibilitan una ruptura con los dispositivos normativos hegemónicos, en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura. El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a el choque de modelos epistémicos en el ámbito global tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, a través de mecanismos de participación epistémica intercultural, no para impedirlas sino para direccionarlas por fuera de los ejes mercantiles.

J.L.S., profesor en Filosofía Política de una universidad pública mexicana.

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