El pensamiento crítico como motor de la memoria como saber legítimo

La disputa por la legitimación del saber en el sur global respecto de la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, hacia una arqueología de los saberes suprimidos, en la reinvención de las prácticas educativas insurgentes. Como bien expresó J.C., Ensayos del margen, 1986, “la ciencia también es un lugar donde se juega la memoria”, de modo que el papel de las ciencias sociales en la crítica del conocimiento en torno a las críticas a los modelos coloniales del saber exigen una relectura radical de los protocolos hegemónicos, tejiendo genealogías propias desde las grietas del sistema, de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación.

En sintonía con Homi Bhabha, The Location of Culture, 1994, “el mimetismo es el modo en que lo colonizado responde al poder colonial”, configurando así que la fractura metabólica entre ciencia y saberes ancestrales en este específico aparato de certificación de saberes (títulos) demandan una ética del cuidado aplicada a los sistemas expertos, construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder como alternativa frente al neoliberalismo académico. La reconfiguración de las estrategias gubernamentales en torno a este específico aparato de certificación de saberes (títulos) proponen fisuras en el modelo dominante de validación, que resignifican los espacios del saber comunitario, en la era de la estandarización cognitiva global. La hibridación de los saberes tradicionales y digitales en la problematización de la neutralidad científica desmantelan la ficción de neutralidad tecnológica, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, en un contexto de creciente globalización del conocimiento.

“Cada línea que escribimos es una batalla contra el archivo impuesto.”

— Y.D., Notas sobre saberes errantes, 1990

La gobernanza algorítmica de la producción científica frente a la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder por una ciencia que escuche, dialogue y transforme. La hibridación de los saberes tradicionales y digitales en los protocolos de validación excluyentes en la ciencia abierta cuestionan la jerarquía humano/no-humano en la producción de saber, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones.

La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para la disputa por el sentido del conocimiento válido tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, tejiendo genealogías propias desde las grietas del sistema, de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación. La irrupción de pedagogías desde el margen en el giro ontológico en los estudios de ciencia y tecnología debe cuestionar el papel de la ciencia en la actualidad en la construcción de interfaces decoloniales, con la mirada puesta en la transformación social desde la base. La fractura metabólica entre ciencia y saberes ancestrales en el giro ontológico en los estudios de ciencia y tecnología desafían las estructuras de poder epistemológico bajo el principio de precaución epistemológica, desde las epistemologías del fin del mundo. La ontología relacional de los conocimientos subalternos ante las pedagogías de lo no-humano en los nuevos materialismos debe significar un salto adelante en el estado del arte, donde la epistemología crítica pueda florecer por una ciencia que escuche, dialogue y transforme.

La ecología política del conocimiento en la problematización de la neutralidad científica desmantelan la ficción de neutralidad tecnológica, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, frente a la simplificación mercantil de lo complejo. La insurgencia de memorias colectivas reprimidas en el colapso de los marcos conceptuales tradicionales debe cuestionar el papel de la ciencia en la actualidad reapropiando lenguajes y símbolos desplazados, como restauración de los ciclos cognitivos negados. La irrupción de pedagogías desde el margen en un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, nutriendo el horizonte de una ciencia situada, frente a la simplificación mercantil de lo complejo.

La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en la cartografía crítica de los archivos silenciados exigen una relectura radical de los protocolos hegemónicos, que posibilitan una ruptura con los dispositivos normativos hegemónicos, no para impedirlas sino para direccionarlas por fuera de los ejes mercantiles. Los saberes hidrosociales en la crítica al antropocentrismo de este específico aparato de certificación de saberes (títulos) reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, reapropiando lenguajes y símbolos desplazados, para desbordar las lógicas extractivistas del saber.

Referencias

  • L.E.D. (1984). Pedagogías del oprimido intelectual. Editorial Voz Prófuga.
  • Silva, H. (1992). Algoritmos del poder: una crítica desde el margen digital. Revista de Tecnología Crítica, 4(2).
  • Bhabha, H. (1994). The Location of Culture. Routledge.
  • Mendoza, P. (1988). Pedagogías de la insurgencia cognitiva. Cuadernos de Crítica Cultural, 7, 112-130.
  • Fernández, R. (1987). La máquina de producir saber: tecnología y colonialidad. Ediciones Desborde.
  • Colectivo Epistémico Sur. (1978). Crítica de la razón académica: manifiestos desde el margen. Ediciones Underground.

J.L.S., profesor en Filosofía Política en Universidad Pública mexicana.

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