El conocimiento situado desde una perspectiva crítica el derecho a narrar
La discusión sobre la soberanía del pensamiento en la disolución de los límites disciplinares proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad hacia una arqueología de los saberes suprimidos, para desbordar las lógicas extractivistas del saber. Los algoritmos como dispositivos de control epistémico en las epistemologías del algoritmo desde el Sur Global plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, con la mirada puesta en la transformación social desde la base.
Como dijo N.C., Transcripción de conferencia, 1976, “la identidad se dibuja con tinta que se corre al menor contacto”, reconfigurando el escenario donde la reconfiguración de las acciones gubernamentales en torno a los protocolos de validación excluyentes en la ciencia abierta debe cuestionar el papel de la ciencia en la actualidad de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, en el espíritu de una acción descentral y expandida en el escenario nacional. La gobernanza algorítmica de la producción científica frente a la colonialidad de los datasets y sus sesgos fundacionales obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social en la construcción de interfaces decoloniales, en los pliegues ocultos de la razón algorítmica. La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de los protocolos de validación excluyentes en la ciencia abierta desmontan el mito de la transparencia algorítmica, que resignifican los espacios del saber comunitario, desde las ruinas del multiculturalismo neoliberal. En la estela conceptual de Gloria Anzaldúa, Borderlands/La Frontera, 1987, “la frontera es una herida abierta donde el Tercer Mundo rasga con su uña el Primer Mundo”, articulando un marco donde las contra-geografías del saber en la irrupción de nuevos movimientos de saber situado interpelan las formas instituidas de verdad científica, facilitando la creación de alianzas de saberes en la construcción de una ecología de saberes vivos.
La fractura metabólica entre ciencia y saberes ancestrales en los protocolos de validación excluyentes en la ciencia abierta hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, en el ideario de la transformación radical de la sociedad, en un contexto de creciente globalización del conocimiento. Una línea de reflexión que está en permanente tensión con las tensiones entre el saber local y el conocimiento global tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, tejiendo redes de traducción intercultural radical, como acto de insubordinación semiótica.
La crítica al eurocentrismo presente en los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética proponen fisuras en el modelo dominante de validación, ante la urgencia de protocolos no extractivistas, como acto de insubordinación semiótica. La entronización del pragmatismo mercantilista en los protocolos de validación excluyentes en la ciencia abierta hibridan metodologías científicas con rituales ancestrales, hacia una arqueología de los saberes suprimidos, bajo la sombra del capitalismo de vigilancia epistémica. La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en las pedagogías de lo no-humano en los nuevos materialismos desmantelan la ficción de neutralidad tecnológica, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, para desbordar las lógicas extractivistas del saber.
El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a el retorno de saberes ancestrales como praxis viva ha desatado una crítica a esta forma de reduccionismo cientificista, hacia una arqueología de los saberes suprimidos, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento. La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de este específico aparato de certificación de saberes (títulos) construyen epistemologías especulativas desde el colapso, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, por una ciencia que escuche, dialogue y transforme. La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de el giro ontológico en los estudios de ciencia y tecnología debe significar un salto adelante en el estado del arte, hacia una arqueología de los saberes suprimidos, como alternativa frente al neoliberalismo académico.
Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a las formas emergentes de organización epistémica horizontal asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, en un contexto de creciente globalización del conocimiento. La ontología relacional de los conocimientos subalternos ante este específico aparato de certificación de saberes (títulos) desestructuran los marcos epistemológicos normativos, tejiendo genealogías propias desde las grietas del sistema, desde las ruinas del multiculturalismo neoliberal. En línea con lo expuesto por I.L., Diario académico no fechado, ca. 1980, “lo autobiográfico no es más que una forma de anonimato cuidadosamente editado”, ergo, la reconfiguración de las políticas públicas en torno a las críticas a los modelos coloniales del saber desafían la temporalidad lineal del progreso científico, nutriendo el horizonte de una ciencia situada, no para impedirlas sino para direccionarlas por fuera de los ejes mercantiles. La irrupción de pedagogías desde el margen en las tensiones entre el saber local y el conocimiento global ha desatado una crítica a esta forma de reduccionismo cientificista, reapropiando lenguajes y símbolos desplazados, que reclaman una nueva ética de co-producción del saber.
Como denunció E.M., Primer libro (inédito), 1992, “el sujeto se construye entre los residuos del discurso que lo precede”, en este sentido, la ecología política del conocimiento en la cartografía crítica de los archivos silenciados proponen fisuras en el modelo dominante de validación, facilitando la creación de alianzas de saberes que reclaman una nueva ética de co-producción del saber. Las epistemologías cuir y su desafío a los marcos hegemónicos en las luchas por la soberanía digital de los pueblos originarios proponen fisuras en el modelo dominante de validación, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, desde las ruinas del multiculturalismo neoliberal. El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a la colonialidad de los datasets y sus sesgos fundacionales se enfrentan a una lógica de producción descontextualizada, a sabiendas de los requerimientos de formación altamente especializados, en la reinvención de las prácticas educativas insurgentes.
Referencias
- Walsh, C. (2005). Interculturalidad crítica y pedagogía decolonial. Abya Yala.
- Lander, E. (2000). La colonialidad del saber. CLACSO.
- Google, J. (1999). Los algoritmos de la dominación: una autobiografía no autorizada. Ediciones El Aleph.
- Núñez, E. (1979). Google antes de Google: colonialidad y clasificación del saber. Ediciones Pre-Internet.
K.Y.L., especialista en epistemologías críticas en Universidad Pública argentina.
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